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Los desafíos de una economía incorpórea

Los políticos tienen que considerar un mundo en el cual las empresas invierten en activos intangibles.

Por: Martin Wolf, Financial Times | Publicado: Miércoles 29 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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¿Qué hay nuevo en la economía actual? No es el rol de las ideas por sí mismas. Las tecnologías que damos por sentado –la rueda, la cerámica cocida, el arado o la máquina del vapor- fueron alguna vez brillantes nuevas ideas. Lo que es nuevo en la economía actual es que muchas de nuestras mejores ideas siguen siendo incorpóreas. La idea es en realidad valiosa, pero no toma la forma física. Esto lo cambia casi todo.

Ese es el tema de un nuevo e intrigante libro, Capitalismo sin Capital: El levantamiento de la economía intangible, escrito por Jonathan Haskel del Imperial College y Stian Westlake de Nesta. Su argumento central es convincente: Apple, la empresa más valiosa del mundo, no tiene prácticamente ningún activo físico. Son sus activos intangibles –la integración del diseño y software en una marca- lo que crea valor.

Quizás los hechos más sorprendentes en un libro lleno de sorpresas es cuán grandes son ahora las inversiones en activos intangibles: en investigación y desarrollo, software, bases de datos, creaciones artísticas, diseños, branding y procesos de negocios. Medirlo se ha convertido en una actividad intelectual importante. En EEUU y el Reino Unido, la inversión en activos intangibles ahora excede la de los tangibles. Eso también es cierto para Suecia, pero no para Alemania, Italia o España.

Esto importa porque las propiedades de los intangibles son fundamentalmente diferentes de las de los tangibles. Entender estas diferencias puede explicar algunas de las características peculiares de la economía moderna, incluyendo la creciente desigualdad y la desacelerada productividad.

Los autores explican las características de los activos intangibles refiriéndose a estos como las “cuatro S”: adaptibilidad, hundimiento, derrames y sinergias (scalability, sunkenness, spillovers and synergies). Tomados en conjunto, socavan el funcionamiento familiar de una economía de mercado competitiva.

Cuatro puntos

“Adaptabilidad” significa que un bien intangible puede ser disfrutado por una persona sin privar a otra de sus beneficios. Los economistas llaman a un bien así “no-rival”. Usted no puede comer el mismo sándwich que yo. Pero el activo intangible puede ser usado una y otra vez. En una economía donde la adaptabilidad –frecuentemente turboalimentada por efectos de redes- es importante, algunas empresas rápidamente se volverán enormes. Estos ganadores pueden también disfrutar de grandes ventajas de incumbencia.

“Hundimiento” se refiere al hecho de que los activos intangibles tienden a tener poco o ningún valor de mercado, a diferencia de, digamos, un terreno o fábrica. Tienen valor como parte de la empresa de su propietario, pero no para cualquier otra persona. Esto significa que la inversión en activos intangibles es riesgosa. El hecho de que las expectativas estén inseguramente ancladas puede también generar burbujas en los precios de los activos, argumentan los autores.

“Derrames” significa que una gran parte de los beneficios de una inversión puede recaer sobre los otros. Aún con la protección de la propiedad intelectual, es probable que gran parte del beneficio de inversión en una idea recaiga sobre personas distintas a los descubridores. La imitación (y robo) es una forma gratificante de adulación. La presencia de estos derrames debilita el incentivo para invertir. La respuesta son los derechos de propiedad intelectual, pero estos son inherentemente arbitrarios y económicamente costosos.

Finalmente, los intangibles exponen “sinergias”. Esto va en contra de los derrames. Las sinergias alientan la cooperación dentro de las empresas (o fusiones directas), mientras que los derrames probablemente los desalienten. ¿Quién realmente quiere darle un almuerzo gratis a la competencia? Tomadas en conjunto, estas características explican otras dos características centrales de la economía intangible: la incertidumbre y las disputas. La economía de mercado deja de funcionar de forma familiar.

Desafíos públicos

¿Explica el alza de los intangibles lo que llegó a ser calificado como el “estancamiento secular”? Parcialmente. Esto no pasa tanto porque el crecimiento ha sido subvalorado. Pero un gran tema es la creciente brecha de desempeño entre las empresas líderes y los rezagados. El fracaso de los últimos en beneficiarse de la inversión en intangibles, por ellos mismos o por otros, pueden explicar en parte su débil crecimiento en productividad.

De nuevo, el aumento en intangibles puede también explicar en parte el aumento en la desigualdad. Una manera en que puede hacerlo es que los trabajadores en las compañías más exitosas tienden a participar en el éxito de su empleador. Es más, a las personas con habilidades relevantes les va excepcionalmente bien. Asimismo y de forma intrigante, las empresas intensivas en intangibles tienden a agruparse en las ciudades prósperas. Esto no sólo concentra la oportunidad, sino que también aumenta el valor de las propiedades, extendiendo la riqueza a los que posean estas propiedades. Finalmente, los activos intangibles son móviles, lo que los hace difíciles de tributar. Esa transformación de la economía demanda un repensar de las políticas públicas. Aquí hay cinco desafíos. Primero, los marcos para la protección de la propiedad intelectual son más importantes. Pero eso definitivamente no significa que estas protecciones tienen que ser más amistosas con los dueños de este tipo de propiedad. Los monopolios de propiedad intelectual pueden en realidad ser necesarios, pero, como todos los monopolios, pueden ser costosos. Segundo, ya que las sinergias son tan importantes, los políticos tienen que considerar cómo alentarlas, incluyendo políticas de telecomunicaciones y desarrollo urbano.

Tercero, financiar a los intangibles es difícil. Un crédito bancario tradicional respaldado por una garantía, es casi imposible. El sistema financiero tendrá que cambiar. Cuarto, la dificultad de apropiarse de las ganancias de la inversión en intangibles puede crear baja inversión crónica en una economía de mercado. El gobierno tendrá que jugar un rol importante en compartir los riesgos. Finalmente, los gobiernos tienen que considerar también cómo abordar las desigualdades creadas por los intangibles, una de las cuales (enfatizada insuficientemente en este libro) es el crecimiento de las compañías súper dominantes.

Haskel y Westlake han mapeado los mecanismos de una nueva economía desafiante. Es un mundo en el cual a muchas reglas antiguas les va mal. Tenemos que reimaginar las políticas, cuidadosamente.

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